sábado, 18 de octubre de 2008

No siempre ganan los fuertes... siempre lo hacen los valientes


Una preciosa entrada de Danae (LIARTE) argumentaba con el ejemplo de David y Goliat la máxima que sirve de titular. Desde que la leí, sentí que había un texto que enlazaba perfectamente con esa idea. Por fin lo recordé. Os lo presento. Se trata de un poema de "poesía negra" americana. A mí me encanta. Por eso lo comparto con vosotros.
A vuestra salud:

El viejo mono
dijo al monito:
-Vámonos, demos
un paseíto;
de estar colgado
me siento ahíto.
Pero en respuesta
dijo el monito:

-Yo tengo miedo,
pues por poquito
el otro día
me dejan frito
cuatro caimanes
y dos mosquitos,
sin que pudiera
lanzar un grito,
pedir socorro,
tocar un pito.

El viejo mono
dice al monito
(no sin mirarlo
de hito en hito):
- De los cobardes
nada se ha escrito.
¿No te avergüeza,
lindo amiguito,
coger los mangos
siempre bajitos,
sin pena o riesgo,
sin un tirito?
-¿Y si me matan?
(gime el monito).
-Pues si te matan,
ya estaba escrito.
- ¿Y si me prenden?
- Será un ratito.
- ¿Y si me hieren?
- Un pinchacito...

Después de hablado
todo lo escrito,
miren que miren,
ahí va el monito,
con más candela
que un aerolito,
canta que canta,
ya no bajito.

El bosque es suyo...
¡Mas cuidadito!,
hay otros monos
y otros monitos,
que no se pueden
quedar solitos.

MORALEJA
Luego de lo leído
claro habrás comprendido
que en materia de monos y de gentes,
sólo pueden triunfar los más valientes.

Nicolás Guillén