domingo, 16 de noviembre de 2008

Negro


He leído hoy en el Magazine de El Mundo interesantes reportajes sobre el negro ("¡Viva el negro! Un color maldito. Lo que se ha dicho sobre el negro... ¿Cómo sería Obama si fuese blanco?"). Lo cierto es que hay palabras que se van cargando de connotaciones negativas y cuando quieren llegar hasta nosotros ya no podemos más que adoptarlas como están. Así ha ocurrido con "siniestro" (que era sólo "izquierdo", en principio, sin más acepciones).
No me había parado a pensar en el negro hasta hoy. Y es cierto que también esta palabra se ha ido llenado de cargas semánticas negativas: agujero negro, tener la negra, mano negra, nubes negras, marea negra, trabajar como un negro, etc.
El Semanal, como he dicho, es magnífico. Sin embargo, en él faltaba una alusión a la oveja negra (es cierto que recoge un reportaje sobre la misma), me refiero al magnífico microrrelato de Monterroso, recogido en su libro La oveja negra y demás fábulas. Os la copio, para celebrar la victoria de Obama (que aún podemos celebrarla, porque todavía no se ha sentado en el sillón del poder)
En un lejano país existió hace muchos años una Oveja Negra.
Fue fusilada.
Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque.
Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura.

Augusto Monterroso. La oveja negra y demás fábulas.