Cuando Rafael presentó finalmente su obra La Asamblea de Atenas, uno de los dignatarios eclesiásticos preguntó quién era esa mujer que presidía, desde el centro, toda la asamblea y a la que parecían escuchar todos. El gran artista italiano contestó que se trataba de Hypatia de Alejandría, e instruyó a los que contemplaban su obra sobre el valor de esta mujer.
Naturalmente se la hicieron borrar. Pero el maestro, la incluyó finalmente en una de las esquinas. ¿La véis? Está allí, a la izquierda. Es esa cara que nos mira.
sábado, 11 de octubre de 2008
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3 comentarios:
Preciosas las fotos de las chicas leyendo. Y precioso el fresco de Rafael. Nos han borrado tantas veces..
Por eso no podemos permitir más silencios.
Ays, esos sesudos renacentistas...
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